lunes, 2 de marzo de 2009

ADIÓS

ADIÓS

Los gritos, los golpes, los insultos.
Voy cayendo.

El cuerpo destrozado, la cabeza decapitada,
la expresión desencajada.
Voy cayendo.

El suelo resbaladizo por el líquido viscoso,
que ya no está tibio, que sigue siendo rojo.
Más oscuro.
Las sirenas, los uniformes:
blancos, rojos, azules.
Las prisas, los equipos,
todos para salvarte.
Ya no hay tiempo,
ya te has ido.
Voy cayendo.

Hoy, los recuerdos de aquel día,
el amargo sabor de la memoria.
Voy cayendo.

Hoy, los grilletes,
la humedad de las paredes.
El olor de los orines,
la pestilencia de mis emociones.
La náusea de la vida que he de tragarme cada día.
Voy cayendo.

Los gritos de socorro son tus gritos.
Los reflejos de plata, el filo de mi navaja.
Los años que han pasado, los días que se han ido.
La vida, que se ha perdido.
Voy cayendo.

Hoy, del cadalso con los pies colgando.
La soga, torsión de recuerdos: los más fuertes.
Los más amargos.
Hoy, al agujero con los pies por delante.
Comprimido en una caja de arrepentimiento.
O de resentimiento.
¿Es por ti o es por mí que aún estoy vivo?
Vivo...


Sólo para seguir cayendo

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