jueves, 5 de marzo de 2009

BANALIDAD

BANALIDAD


La vida es una larga espera entre cortados, capuchinos y café express.
Un ir y venir del té al limón a la leche merengada.
Del sprite a la horchata pasando por el refresco de cola.

Una moneda separa la sed del bienestar
lo mismo que un camel de marlboro.

Decisiones trascendentales que cambiarán nuestro después.
Saber cuál de las dos tragaperras me seduce más
es elegir entre una morena y una rubia.
Chulapa mía.

Como un semáforo voy diciendo
ahora sí, ahora no
a cada cosa que me ocurre.

Y altera las ofertas el curso de mi vida:
sucesión de meandros esquivando los peligros
del sí definitivo y el no perpetuo.

Hay tanta luz en la nieve de las cumbres
como oscuridad en el fondo del océano.
Y yo en el medio buscando el equilibrio entre imperfectos.

El lápiz o el bolígrafo
El ascensor o escaleras
El mar o la montaña
Contenedor de vidrio o de cartón.
¿Y cómo sé que es vidrio y no cristal?

La ansiedad de las decisiones,
la jaula de los errores,
la condena de la respuesta.

Pipa o cigarrillos,
¿cuál de los dos mata más limpio?

Pasillo o ventanilla,
¿cuál de los dos mata más rápido?

El analfabetismo o internet,
¿cuál de los dos te ausenta más del mundo?

La vida es un meandro atormentado.

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