sábado, 23 de mayo de 2009

ALTERNANCIA

ALTERNANCIA

Valerié bajó del tren y me besó sin avisar.
Me atrapó con su lengua anaconda hasta que dejé…
De respirar.

Entusiasmado y perplejo, propuse:
Vámonos, ¡vámonos lejos!
Huyamos de este tiempo. ¡Que se agota!

Fue un viaje con retorno:
una órbita rápida alrededor de este planeta.
Mientras duró, fuimos felices.
Recónditos lugares que conocimos a un tiempo.

Niños inocentes.
Adolescentes impresionables.
Jóvenes inexpertos.
Reímos, disfrutamos del éxodo que termina
en la frontera de la mediana edad.
Y su infelicidad.

Fue el nuestro un periplo intenso, pasajero.
Dos pasajeros.

Con el asombro de lo inesperado
El miedo de la primera vez
La intensidad de la necesidad
La necesidad de revivir los momentos mágicos
La prisa de saber que el tiempo,
nuestro tiempo ya lo he dicho,
¡se agota!
Con la huida, perdida,
de lo inevitable.

Fue el nuestro un periplo intenso, pasajero.
Perdón, con dos pasajeros.
Mientras duró, fuimos felices.
El mejor regalo que nos dimos.

Náufragos arrojados al desierto de esta isla
del descontento.

El regalo que nos dimos...

Lo merecimos.

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