lunes, 23 de noviembre de 2009

ESPAÑOLITO





ESPAÑOLITO


Españolitos altivos
decidme en el alma de quién son esos olivos.
Vaya, empezamos mal. Ya me he vuelto a equivocar.
Toma segunda:

Españolitos cautivos
decidme en el alma a quién vendisteis los olivos.
Para no trabajar, que las peonadas os las pagan igual.

Españolito de fiesta y siesta
de pandereta, toros y fútbol.
Españolito de feria y patria querida,
ésta, sólo entre los vasos de vino.
Olvidadizo distraído y gritón,
que derrochas tu vida entre cervezas y el home cinema

Artista de circo, farandulero y bribón.
Un poco bohemio y un poco ladrón.
Pícaro sin remisión.

Españolito apocado y quejumbroso
que reniegas de tu pasado porque te sientes reaccionario.

Ahorcaperros pelagatos quemagansos
emborrachaconejos lanzacabras…
¡Adelante, que todo es por tradición!
Y de éstas sí que eres un gran defensor.

Que a la tortura de toros lo llamas fiesta
y a la ópera cosa de otros.

Españolito que defiendes valores sin valor a defenderlos.
Que ocultas tu bandera, pero al cruzar la frontera
avergonzado dices ser… español.
Y a renglón seguido expiante añades:
¡esta ronda la pago yo!

Que cuando sales al mundo suspiras
¡suspiras por la comida!

Españolito que no sabes idiomas
pero que haces de tu lengua provinciana
el bastión de tu última frontera.

Españolito que con ahínco y bravura
te doctoraste en la universidad
de la vida en el bar.
Máster en mus, tute y brisca.
¡Y venga allá otra partida!
Españolito sin gobierno y desvergonzado.
Siempre mal gobernado.
Comecostas quemamontes turbialagos ciegabarrancos.
Que metes un río en una botella de vidrio
te la bebes, la meas, y encima bromeas.

Españolito de acampada libre, hoguera gitana
guitarra flamenca y fiestas de madrugada.
Que a donde vas te oyen aunque no te escuchen.
De alianza de civilizaciones con los marginales del mundo
pues nadie más sienta a tu lado.
¿O fuiste tú el que eligió el banco equivocado?
Otra vez, los complejos otra vez.

Españolito del fundamento y sin fundamento.
Del tú ve tranquilo que no hay prisa y yo te espero.
Que has hecho de la televisión tu credo.
Que te acuestas con tu Gran Hermano,
y ya sois once,
y despiertas con Belén Esteban.
Y comes y desayunas.

Españolito que mientes en las encuestas
Y dices ser el que más fornicas.
También dices no ser racista,
así que aquello no lo tendremos en cuenta.
Que rezas a la Virgen mientras te cagas en Dios.
Que te santiguas igual que apuñalas.

Españolito creativo
que has desarrollado el único cáncer que no mata
y no te deja vivir:
el de la envidia.
Inventor de la idea menos copiada:
aquella de “que inventen otros”,
que yo prefiero dormir.

Españolito que ya no haces huelga
por ser prima hermana del paro.
Que el sindicato ya no te arropa
y el empresario
bueno, ese te sigue desmenuzando.

Españolito de píldoradeldíasdespués
que está todo controlado.
Metadona siempre a mano.
Por eso mismo.

De índices de productividad a niveles de funcionario:
no joda señora y vuelva mañana,
¿no me ve con el café en la mano?

Españolito que cada lunes demuestras ser un As.
Un As en la lectura del Marca y Sport.
Que con inusitado coraje defiendes tu color en el partido:
¿blanco o blaugrana?

Españolito cañí. De chotis, coplilla rápida
y paquito el chocolatero.
Cantabodas chupafarias sudacamisas muerdecopas.

De mirar la vida desde el burladero.
Pasota irresponsable y desentendido.
Que a tus hijos acusas, de eso mismo.
Y vehemente afirmas, entre tú y ellos,
mediar un abismo.

Españolito de cruz colgada y catecismo.
Que limpias iglesias lo mismo que furgones blindados.

De prensa rosada, cocina fácil, algo de ciclismo:
hoy te has levantado cultural.

Campeón del ajedrez a cuatro manos.
Dos para aprender a mover
Dos para mejor defender:
a puñetazos.

De romería ebria y revienta caballos.
Que te santiguas y alborotas al Cristo
del Rosario.
¡Con qué pasión!
Y no hay cristo que lo entienda
y a la buena fortuna se enmienda.

Y más vale que de ti nos libre
y nos atienda.

Españolito pendenciero soñador fanfarrón y mujeriego:
con ellas con las que más sueñas.
El hambre, que pone pan donde sólo hay piedras.

Obsesionado por las antigüedades
por deshacerte de ellas
cambiándolas constantemente por unas compras
“nuevas”.

De izquierdas por comunión y derechas por convicción.
Que compartes bienes ajenos lo mismo que defiendes los propios.
Aquí, aquí sí que tienes convicción.
Defensor de la igualdad, la paridad y el castigo:
¡A por el más competitivo!

Garrote y hoguera al pensador de primera.

Ya lo decía el poeta:
por cada buen pensador
hay diez que embisten mejor.

Ecologista a tiempo parcial, educador arrepentido.
Misionero por evasión, solidario por diversión.
Pacifista por miedo. Quijote por imitación.
Especulador por contagio.
Cigarra de nacimiento que trabajas cuando no queda otra.
Hormiga por equivocación.
Monógamo por obligación.
Padre por la subvención.
Y agricultor ganadero cineasta pastor.
Primitivo es tu sector primario
salvo para trincar del erario.

Evasor de impuestos por devoción.
Republicano en sueños. Monárquico por imposición.
¿O quizás por comodidad? Tal vez por Constitución.

Españolito frustrado, con crisis de identidad.
Perdedor en las últimas guerras
que el desierto entregaste en bandeja.
Desconsolado bajo la mesa corriste a refugiarte.
Oculto en tu casa hoy mascullas tu mala fortuna.
Ahora,
la Selección te ha devuelto la honra robada.
¿No será mal defendida?

Españolito de casta
de la que no se desgasta:
la sana virtud de no hacer uso de nada.

Españolito de raza
de cruce de razas
unidas por la misma cadena:
la que aún te condena a compartir territorio.
Territorialmente marcado por rencillas de hermanos.

Españolito de sangre
de gotas de sangre
en tapias y olivares
dime
dime en el alma cuándo
y por que
dejaste de creer en ti mismo
e hiciste del hedonismo
tu bandera.

Y ésta, esta sí que ondea.
No cambiarás nunca:
¡qué ufano la ondeas!

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