lunes, 3 de mayo de 2010

LOST IN WAR


LOST IN WAR


No teniendo más remedio que luchar contra ti por todos los medios:
legales o ilegales, civiles o criminales,
he acudido al mercado negro para adquirir
el armamento más sanguinario.

Malgastaremos la energía y los días,
todos,
haciendo de esta vida que nos queda un inútil calvario.

Son tus veleidades y vendettas las que cubren mi horario.

Te abandoné en la orilla negra del río
esa en donde las almas,
también negras, vagan en pena.

Crucé el último puente que quedaba en pie.
Y lo quemé.
Pero el tigre airado y obcecado en el que te has convertido
ha saltado hasta mí con el solo propósito de desgarrar
la paz que ahora disfruto.

Con la ventaja que da la sorpresa de un ataque a traición
has reído con las carcajadas del demonio
que aviva las llamas de tu infierno.
Sólo el tiempo dirá si este fue un golpe mortal.
¿Mortal para ti o para mí?

Pero si yo quemé el último puente
tú despreciaste las ayudas que hubieran frenado
la loca caída que te hunde en el abismo.

A fin de ganar lo que nunca mereciste
has mentido, insultado, traicionado.
Sé que no habrá justicia,
que no estará la suerte de mi lado.

Nada compensará lo suficiente el daño causado.
Ya perdí, como siempre.
Ya perderé, como nunca.


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