jueves, 26 de agosto de 2010

UMMA


UMMA


Hoy hemos tenido un mal día:
tú te rompiste una pata, y yo me corté una mano.
Da igual, a mi aún me queda otra.

Me gustaría decirte que lo siento, fue culpa mía.
No debí meterte por donde lo hice
Obligarte a dar aquel salto
Desde aquel viejo muro de piedras mal colocadas.

Me pudo la impaciencia.
Tan grande era mi deseo de marchar:
de aquí para no volver.
Sí, llámalo huir. Tendrás razón una vez más.

Son tus ojos tan oscuros, tu mirada tan profunda.
Tu paciencia, que conmigo no se agota no se agota.
Me seguirás hasta el fin del mundo. Sin rechistar ni preguntar.
Pasando calor y sed, comiendo restos. Defendiéndome, aún con todo.

Me gustaría decirte tantas cosas. Pedirte perdón por muchas.
Casi siempre creo que me entiendes.
Aunque no sepas hablar,
y yo no haya aprendido a ladrar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario