domingo, 31 de octubre de 2010

ORÁCULO


ORÁCULO


Murmura el chamán de la tribu.
Murmura gesticula se retuerce sangra y actúa.
Adivina el futuro que nos viene:
partiendo de un presente que nos ha desconcertado
se convertirá en un mañana de dolor y de muerte.
No habrá lugar para los hombres.
Ni los niños ni ancianos.

No habrá un momento de paz
sólo gritos desolación y llamas.
No habrá un renacer, ni siquiera un hacer.
No habrá, no lo hay, nada que hacer.
Estamos aquí para perder.

Mirándote a los ojos me pregunto qué está pasando.
Qué ocultas en tu mirada perdida
entre bancos de bruma y dudas.

Machacan sus hierbas las curanderas:
en un almirez de hueso de bisonte
sacrificado a los dos años de edad
la noche de la cuarta luna nueva
mirando a las tierras del norte.

Supersticiones inútiles.

Añaden la cuarta falange de mandril macho
y el sudor de potro salvaje.
Cantan aunque no se les oiga.

Da igual lo que hagan
y lo que no. Y para qué y para quién.
Todo es vano.

Refugiados en su soledad individual
espera cada miembro de la tribu el momento de partir.
De partir hacia el abismo.

Mirándote a los ojos me pregunto qué está pasando
por qué te escondes tras tu mirada perdida.

No espero respuesta.
Ni de ti ni de nadie.

Tampoco las creería.


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