miércoles, 12 de enero de 2011

NO


No te daré lo que mereces, ni seré quien esperas.
Los proyectos que inicié por ti, no podré terminar.
Las ilusiones que en mi depositaste
en eso quedarán.

No sé cómo fue que te engañé. Es claro,
que tuve suerte. Y lo logré.
Doblando la esquina coincidimos
tropezamos
nos agarramos de la mano.
Sólo para no caer.
Para no caer entre los brazos.
¿Miedo al dolor,
físico químico,
de vernos el corazón, otra vez,
hecho añicos?

Miedo que no lo fue tanto.
Solo antesala de la admiración y del respeto.
Preámbulo, a su vez, del mejor amor:
el que ya viene emparejado con deseo.

Tarjeta de visita del misterioso, alejado,
acaso inalcanzable lugar
donde de los curiosos los descuidados,
los egoístas los de negro corazón,
la felicidad se oculta.

No todos la merecen aunque todos la busquen.
¿Será por eso tan inalcanzable?

No te abrazaré lo suficiente
Ni te amaré cuanto me pidas.
No será por no querer, será por no alcanzar
ya te lo he dicho,
lo que mereces.
No te daré las alegrías que,
como flor de primavera en la toscana,
cuidas, con amor y mimo, tocas.

Yo soy tu crónica de sucesos, tus malas noticias,
tu tablón de las esquelas y tu esquela.
Yo soy todo lo que no piensas,
que soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario