miércoles, 6 de abril de 2011

LEX


LEX


Encadenado como un perro malquerido
te atarán al banquillo:
lugar maldito donde sólo sientan a quienes no conocen a nadie.

No esperes un juicio justo, pues por el hecho de hacerlo
ya vives un trato injusto.
Estás condenado de antemano y lo que ves
puro teatro:
a unos guardar las formas, aparentando ser serios y neutros;
a otros en bloque escupirte a la cara, acusándote por nada.
Es la norma. La fuerza que da pertenecer al sistema.
Ser un diente más de la cadena. La tranquilidad de asegurarse el salario.

A otro defenderte dudando de si serás tú un gafe sin suerte,
y le joderás el promedio de éxitos versus fracasos.

In dubio pro reo leo, en un trozo de papel casualmente mojado.
No creas lo que está escrito, por mucho sello oficial que lleve.
Las leyes cambian de forma como se cambia la tinta.
La tinta del tipo que escribe. Que escribe lo que le dictan.
¿Dictan lo que le pueblo pide?
Suele depender del momento. El que dista de las elecciones.

Cuando vengan a detenerte no preguntes por qué.
A nadie le importará si eres inocente
Sí que importa fabricar culpables. Que sea cuanto antes.
Para anotar dos nuevas cruces en el casillero de resultados.
Mera estadística, al fin y al cabo.

Solloza, protesta, rabia. Nadie te cree. No conviene a la causa.
Ebrios de justicia divina fallan los jueces sentencias.
Sentencias que a veces fallan. Todos callan.
Pues por encima de un juez otro juez.
Que es como invocar a dios.

Cuando te veas en la cárcel no pienses en escaparte.
Debiste haberlo hecho antes. Ingenuo de ti,
que te quedaste en casa seguro de tu inocencia.
Y sólo te visitó la policía: guerreros del hormiguero
con una gorra por cerebro.
Mercenarios por un salario, otra vez el salario,
que no es sino otra forma de condena, ya que hablamos de penas,
del trabajador por cuenta ajena.

Sea como fuere, para cuando te diste cuenta entre rejas estabas:
despierta levanta hazte la cama recuento forma desayuna.
Vuelta a la jaula.
Y aún estás de suerte, te entra el sol por la ventana.
Cómete esto fúmate eso métete lo otro.
Deja que te metan lo que quieran o te sacan las tripas fuera.
Date por muerto en vida.

Nada bueno esperes de la justicia de los hombres. Y las mujeres.
Siempre puedes soñar con la divina, y tal vez en la otra vida
alguien te diga, tarde:
Quedas absuelto. Vete.

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