jueves, 7 de abril de 2011

SOFÁ


SOFÁ


Soñando con días felices, te quedabas dormida.
En paz panza arriba.
Muerta tal vez de ilusión por fuera.
Muerta tal vez de pena por dentro.
¿Quién lo supo? Tú no.

Entre cojines de cuero pasabas alguna tarde.
Descansando de tanto subir escaleras para enfrentarte a tu guerra.
Pero la verdadera lucha era contra ti misma.
Por esa vida insulsa sin chispa amor ni gracia.
¿Quién lo sabía?
Ahora está todo más claro. El tiempo, que lo lava todo.
Malo y bueno.

Difícil adivinar que tus sueños eran en lugar lejano
con alguien desconocido.
Tal vez un fantasma, o un amigo.
Pero de la realidad a los sueños dista un puente peligroso
desprotegido y largo.

A veces te veo pasear por tu orilla. Apesadumbrada.
Mal acompañada.
Otra vez malhumorada, soñadora y sola.
Tarde te diste cuenta de que iba a ir mal este viaje.
Aquel viejo puente que a la carrera cruzaste, se hundió tras de ti.
Se diría que, tú casi con él.
Ya no podrás volver hasta aquí, donde no estabas tan mal
al fin y al cabo.

Seguirás paseando sola por el resto de tus días.
Es la vida que elegiste. Como ves, no lo que soñaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario