jueves, 12 de julio de 2012

CUIDADO






CUIDADO


Esta mañana al despertar te oí toser.
Casi te ahogabas mientras yo te preparaba el desayuno:
leche avinagrada y moscas. Mi favorito,
por ser el que te da más vómito.
Para mí prefiero las galletas de chocolate con leche merengada.
Tengo que cuidarme si quiero cuidarte.

El problema es que no quiero.
Por eso esta mañana en que casi te ahogabas creí ver la solución
a esta inútil tarea de atenderte,
de servirte como esclavo sin salario.
Y sin ser visto.

A tu lado me he desvanecido hasta el punto de volverme transparente.
Transparencia turbia en ocasiones hacia lo opaco por momentos
cuando siento, o presiento, que te mueres.
Adivino no soy: nunca acierto.
Y me ahogo que esta vida aquí a tu lado
ya no es vida ni la tuya ni la mía.

Flor fuiste para mí sí.
Flor de un día que es el resto del tiempo flor marchita.
Tu dulce mirada me duró un parpadeo.
Tus besos solo medio.
Tus abrazos ni hubo tiempo.
¿Me querrás siempre?
Para siempre aquí estaré. Y no será porque te quiera.

Será… será…

Esta mañana al despertar te oí toser casi te ahogas.

Casi.

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