sábado, 21 de julio de 2012

OTRA MANI ES POSIBLE






OTRA MANI ES POSIBLE


Ayer en la manifestación, entre gritos de adiós gobierno
y abajo esta tiranocracia,
quise convencer a mi compañera
de que estaba más guapa callada.
Compañera de pancarta y protesta, que no compañera de cama.
Justo lo que yo buscaba.

Lo dije porque ella con la boca cerrada
y yo mirándole primero a los ojos después a su cuerpo entero
¿no era ese el mejor momento, para que la besara este prenda?

No captó mi mensaje y siguió gritándole a todo:
¡menos palos más trabajo! ¡fuera políticos dentro personas!
¡abajo el gobierno arriba los ciudadanos!
¡presidente cobarde presidente mala gente!

Pensé que con tanto grito, quizás no me hubiera oído:
le pedí cambiarnos de sitio. Así, hablándole desde la derecha
tal vez tuviera más éxito. No por tener razón,
sino por ser ella de izquierdas y atacarle más las neuronas.

   -  Eres la más hermosa, entre todas las mujeres.
Aquí soltó una carcajada, que recordarlo aún me duele.
-¿Es porque estoy rodeada de hombres?
Me sonrojé, era cierto. ¡Y yo que creí que ya tenía media batalla ganada!
La gracia, era por mí.

   -  No coges bien la pancarta. Mira, esto se lleva así.
Fue mi escusa perfecta: rodearla y que no escapara.
Agarrándole suavemente las manos, tiramos de aquel trapo con rabia.
  -  Esto sí. –me contestó dulcemente-. Tócame más y calla. Olvida
las palabras vanas. ¿No ves que por ellas estamos aquí?
Déjate de encantamientos. De sonrisas de primer ministro.
De promesas de candidato. Que por culpa de todos esos,
vamos a vivir atados. Cállate so bobo.
Calla y tócame con descaro.

   -  Vámonos sí, vámonos al furgón de cola –sugerí con entusiasmo.
Si ya era su bobo oficial, ¡qué importaba seguir interpretando!
Vamos que atrás hay charla y no gritos.
Que aquí hay que parecer combativo. La paz y amor están mal vistos.

   - Vámonos que este vestido es amplio, y en él puedes esconder tus manos.
Pasearlas por todo mi cuerpo. Hazme creer que es todo perfecto.

Mudo le seguí hasta ese lugar en la caravana
donde la gente más que participar acompaña. Ajenos, quizás, al resto.
Rápido y silencioso, me colé entre el vestido y su piel.

   -  ¿Dónde mejor que aquí?

Afuera, lejanos ecos de otro mundo es posible.

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