jueves, 30 de agosto de 2012

AQUÍ NO HAY CRISIS



AQUÍ NO HAY CRISIS


Que no, que todo es mentira. Una patraña de estos zorros.
Alimañas.
Aquí no hay crisis de valores.
¿Qué hace falta si no para subsistir cada día?
Tampoco de identidad.
¿No han nacido por doquier entidades sin ánimo de lucro?
Y con vocación de hundimiento despilfarro y fracaso.
Entidades enormes como su deuda. Como ciudades.
De la cultura: por allá. Por el norte lejano y lluvioso,
puerta siempre abierta de tormentas,
¡qué costumbre de no cerrar hay que joderse!
En el oriente cercano una ciudad de ciencias.
¡Ciencia! Extraño anatema para un país de católicos.
Aquí no hay más ciencia que la religión a conciencia.

Ciudad del cine: apropiada metáfora para este país
de cómicos y esperpentos.
De películas y cuentos. De indios y vaqueros.
De policías sin ganas ni medios y ladrones sobrados:
de oportunidades y amigos con remedios.

Ciudad del ocio, de estas hay varias muchas nunca demasiadas.
Si vamos a vivir como ociosos sin oficio ni beneficio,
principalmente esto último,
puede que cuantas más haya mejor.
Para tener donde escondernos.

Ciudad de aeropuertos desiertos y trenes en vía… muerta.
Ciudad por tanto de muertos.

Ciudad de las artes escénicas las bellezas plásticas
las letras cáusticas las sonrisas etílicas las miradas vacías.
Ciudad de vacío que es peor que estar muertos.

Hoy nos sobran ciudades igual que nos faltan capitales. No de provincia.
Aquí también hay exceso, no hay crisis por tanto.
¿Por tanto ha salido este cuento? Me no lo quedo, no me espanto.

No hay crisis de familia:
¡qué mentira más gorda si tenemos una prima nueva!
Cotizando al alza, de altos vuelos.
Aficionada al parapente y al vuelo, sin motor.
Fue nuestra prima de riesgo. Extremo.

No hay crisis económica ni falta de dinero:
basta con piar la banca que corre a alimentarla el gobierno.
Con nuestro dinero. ¿Era nuestro, quién lo dijo?

Aquí no hay crisis de democracia, ni de falta de libertades.
¿No has votado? ¡Pues ahí tienes tu democracia, desgraciado!
¿No rabias cuanto quieres? ¡Pues ahí tienes tu libertad!
¡Pedigüeño majadero!

La crisis es un cuento de la izquierda comunista, o socialista,
o marxista o lo que sea.
Si no es la diestra es la siniestra, algo esto significa.
Tampoco hay crisis de confianza:
nos sobró y por eso estamos donde estamos.

Ni crisis de alimentos:
¿a qué esperáis para unos a otros comeros?
¡Ya estáis tardando en remediarlo! ¡A bocados!

Menos aún hay crisis energética:
Vuelvo al principio.
¿Cuánto de ésta no hace falta
para sobrevivir a la guerra diaria sin descanso
y no morir en el intento?


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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