domingo, 12 de agosto de 2012

FANS




FANS


Tantos años metiéndose lo que pillaba,
cocaína, heroína, al final, harina,
le reordenaron las neuronas y geometrizaron el cerebro.
Un nuevo orden neuronal para un nuevo orden mundial.
Consecuencia a veces el otro de lo uno.

Ingresó en la orden, qué si no, de los Espirituales Blancos:
tocaba la guitarra de una cuerda
con un grupo de excombatientes kurdos.
Cada uno con su música y su mística. Mestizaje de última generación:
desentendimiento entre culturas colgando de la horca de la moneda única.
Todos arrogantes que cada uno es el mejor.

Repartiendo drogas de diseño en Mp3, nuevos tiempos vectores nuevos,
el grupo ganó adeptos. Adictos, en verdad.
Primero a la música, luego a la letra. Al final, al mensaje.
Siempre violento. A veces ignorante:
esta tierra es nuestra tierra. Nadie entrará que nos la arrebate.

Empezaron levantando barreras osmóticas. Portátiles, muy prácticas.
Siguieron anexionando territorios. De salvajes reeducables, muy aprovechables.
Terminaron quemando negros. Amarillos.
Judíos palestinos sirios indios.
Asiáticos. Africanos. Afroamericanos.
Americanos.
Kurdos.
Blanquitos blancos.
Espirituales blancos.

© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

No hay comentarios:

Publicar un comentario