martes, 4 de diciembre de 2012

PERDÓN POR LAS MOLESTIAS



PERDÓN POR LAS MOLESTIAS


Agrupado con carácter de asfixia el comité anticrisis,
anticrisis del gobierno,
ha acordado por unanimidad y con unánime ánimo
las penúltimas medidas para corregir los males de esta sociedad
de mal acostumbrados:
acostumbrados a trabajar a pagar impuestos a adquirir derechos.
Y lo peor: percibirlos.

En el ánimo, ya dije que alto, del gabinete
de cuentistas faranduleros soplagaitas y leguleyos,
perdón a los hemanos Grimm las primas folclóricas
el batallón de San Patricio y mi cuñada la picapleitos,
está la intención seguro que para ellos buena
de contrarrestar los fraudes económicos a escala hemiplanetaria
con la centrifugación y primera prensada en frío de trabajadores
de todos los pelajes buzos corbatas batas y uniformes;
sin distinción aquí de sexo raza credo edad o estado civil.
Y aprovechamiento máximo del individuo y la individua pulpa incluida.
No me escupan los huesos que me manchan el suelo,
y porque son aprovechables con los disolventes adecuados.

No me griten ustedes no me sean soeces no protesten no sean cobardes.
No se manifiesten no me sean mediocres que la sedición se paga con cárcel,
indemnización previa al estado donde tras cinco filas de sacos terreros
tres anillos de policías y dos de militares
se refugia el gabinete de marionetas haciéndose los valientes.
Nada que ver con el Estado de las Cosas no se confundan
y pretendan concreción compromiso y verdad. Para seguir.

No sean in-súbditos y dejen ya de golpear a la cazuela
de sentarse en la acera de acampar en la plaza nacional.
Dejen ya de reclamar al gobernante y exigirle sus derechos.
Panda de cafres, ¿aún no distinguen que no son sus derechos,
sino Los Suyos? Cámbiese Suyos por Ellos.
Divinas majestades pintorescos bufones escurridizos pajes,
todos con disfraz de gobernante,
tiene este desfile de impresentables y aplaudidos presentes insaciables.

Arrodíllese público cateto gentío ingrato.
Sométase y deje de joder con tantos derechos sociales. Y callen.
Callen de una puta vez si es que pueden,
que si no hay peor astilla que la de la propia madera
a ustedes la puta madre que los parió seguro que al verlos escupió.
Cállense muertos de hambre vivos para contarlo.
A los que mandan quieren joder el tinglado.

Filtrada a la prensa más sensacionalista histérica y vendida del momento
se publica en páginas centrales el nuevo impuesto solidario
para ayudar a los que ordenan y pueden a seguir en lo alto:

-Tasa antimendicidad especial a todo aquel que pierda su trabajo.
-Peaje contra hundimiento bursátil para quienes estén en edad de procrear
y lo hayan hecho. A los que no, también.
Excepcionales los casos excluidos de este canon con apellido ilustre
fortuna bien consolidada nobles de herencia y gobernantes de antes y después.
-Arbitrio arbitrariamente señalado a los sueños de dormidos y despiertos.
Que los sueños derivan en ilusiones las ilusiones en anhelos éstos en exigencias:
ya queda el daño hecho.

Armado grande revuelo con el último genial impuesto
convoca rueda de prensa el pánfilo más títere panfletario
que las últimos lustros de mala gobernanza se haya imaginado o visto.
Sus palabras aún resuenan por los rincones y patios de escalera
de nuestra comunidad de okupas y desocupados:

“Yo no quería me vi obligado. En un ejercicio de responsabilidad,
el impuesto a los sueños,
tendrá carácter retroactivo. Y no será tan extraordinario.
Que los grandes soñadores vivos, vayan pagando.
Mire usté, de los muertos…
Paguen los hijos”.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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