sábado, 27 de abril de 2013

A-IKIDÕ



A-IKIDÕ


La mañana de autos mi editora dejó un mensaje
en el contestador de juguete que hay sobre la mesa del porche.
Ese al que nunca salgo porque siempre hace frío
y en todo se cagan los pájaros.

-¡Tengo algo importante! ¡Llama llama! ¡Es urgente!

Luego de un par de minutos de espera para hacerme el interesante,
con falso entusiasmo de este tenor respondí:

-Tú dirás. ¿Un nuevo contrato blindado? ¿Generoso anticipo
por un próximo artículo? ¿Dos libros más por encargo?
¿Participar en un concurso amañado? ¿Ghostwriter para un rostro popular?
¿Alguna presentación? ¿Entrevista cerrada para el New York Times?
¿Pase de prensa con figuras y autoridades? ¿Talk Show
con el primer canal en Prime Time? ¿Cena homenaje de gala?
¿Tour promocional por las doce capitales románticas de Europa central?
¿Un pase de

-¡No no no no no! Afloja las expectativas. Para.
Es un contestador japonés. De esos inteligentes
que interactúan con la gente y entablan conversación.
Ya no te exigiré ser amable con nadie. ¿Te gusta?

-Sayonara, Ikidõ.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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