viernes, 19 de abril de 2013

ENSAYOS CON ANIMALES



ENSAYOS CON ANIMALES


Hoy nadie lo duda:
Por fin somos líderes en la malversación de justicia.
Malos versos mucha prosa tosca y mala.

No ha estado la imaginación al servicio de la razón.
Ni la experiencia acumulada ni los sabios consejos
del grupo independiente de sabios:
por el imperdonable pecado de sólo ser independientes.

No hemos seguido sino los malos ejemplos.
Buscado el sensacionalismo mediático y con perversión
aprovechado el descontento:
el pueblo está revuelto saquemos las zanahorias.
Esconded los palos travestidos de folclóricas; bajo las rancias togas
de lo que llaman Palacios de Justicia.
¿Puede haber antagonismo mayor?
Justicia será que haya palacios para todos, entonces.

A la cabeza del mundo en la reinterpretación de los hechos
han extraído conclusiones inverosímiles de sucesos no ciertos.
Aprobado en consecuencia nuevas leyes.
Desestabilizado por tanto el sistema, despojándolo de su justa causa.
Nada importa que con mentiras, fabulaciones y estadísticas,
el más moderno método para confundir la verdad,
hayan encontrado el apoyo escaso pero necesario
que cargará sobre nuestras espaldas la responsabilidad del error.
Es la voz de un pueblo cansado y aturdido. Confundido
con la pérdida de referencias y el saqueo de sus voluntades.

Sobre los escombros de un desarrollo imposible hemos puesto a los líderes
que precipitarán el cambio hacia un mundo más frágil injusto y peor.
Aun así, pretenden hacer de este un espacio en la tierra que redimensione
la solución a problemas que surgieron por haber intervenido el estado:
con cadenas han amarrado las relaciones entre quienes,
hasta ayer mismo, eran considerados humanos.

Descendidos a la categoría de cobayas la vida veremos pasar
desde una pequeña jaula entre heces y herrumbre.
Programadas las asistencias para mantenernos con vida,
y ocasionales encuentros que nos permitirán procrear:
seguimos siendo necesarios. Hay que mantener las esperanzas
de los que diseñan el cambio.
La trasmutación del fracaso en oportunidades abiertas a todos.
A todos los que miran.

Y observan y se preguntan y se responden y deciden por todos.
Y fingen preocupación y en secreto se ríen y a escondidas se frotan las manos.

Y salivan esperando otro plato de alta cocina en mantel de seda sobre mesa
de reyes con servicio de chaleco y guante por el gran comedor donde cuelgan
arañas de cristal pinturas de campesinos y siegas tapices costumbristas con
aldeanos danzando en torno a una hoguera donde perros de caza muestran
ciervos conejos perdices. Trofeos.
Porque todos fuimos felices.

Concurren los asistentes a un nuevo encuentro en la cumbre
sólo apta para deportistas de élite.
La cumbre concentrada en palacio.

En palacio de justicia.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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