martes, 11 de junio de 2013

1ª PÁGINA DEL NUEVO PROYECTO LITERARIO



MADE IN EUROPA














-8:00 HORAS. 12º C.






La mañana del veintitrés de agosto no amaneció con un repunte de calor como predijo la chica del tiempo: una monada de ojos verdes metro setenta tetas tamaño envidia a la que medio país seguía por sus habilidades, con ojos y manos. Razones obvias e inversamente proporcionales a sus aciertos, pero qué más daba. Un mal acierto lo tiene cualquiera. Para mí mejor, tanto calor me mata. Contra él sólo cabe arrancarse la piel lo cual en sí mismo, mata.


Esa noche había dormido en el suelo, sobre mi antiguo colchón de bajo uso conyugal. Por lo que llevaba despierto un par de horas. El reloj despertador con indicador de temperatura yacía casi inerte sobre una torre de revistas que, a falta de mejor mesilla, lo sustentaban en una posición algo más elevada que mis ojos. Para ver mejor sus números rojo cabreo en medio de la oscuridad nocturna. Una vieja silla con tres patas y media servía de perchero, y tres grandes maletas negras a mi derecha, bajo la ventana con vistas al ladrillo rojo de enfrente, hacían la función de mueble supletorio incómodo, también conocido como cómoda.


Pero mi viejo radio despertador, el que indicaba 8:00 HORAS. 12º C, era mi mayor orgullo. Un aparato modesto comprado con prisas en una ferretería del centro, en plena calle Unter den Linden. Cerca de Bebelplatz donde solía pasar mis tardes de verano rememorando conflictos pasados. Propios y nacionales. Mi aparato despertador los sobrevivió todos. Incluidos diez años de manotazos seis días a la semana, varias disputas, algún lanzamiento inapropiado y más de una caída fortuita. Es lo que tiene vivir al lado de los contrayentes, los riesgos son elevados. Semejante superviviente, auténtico prodigio de la industria de consumo, vendría conmigo. Nada como un buen equipo para afrontar grandes retos.

Mi billete: Frankfurt Sídney sólo ida una persona algo de equipaje nada en cabina. Mejor cuanto menos lastre. En Europa no había mucho futuro para un técnico de clase media conocimientos específicos como yo. La incesante búsqueda de mano de obra barata sin importar la cualificación


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

No hay comentarios:

Publicar un comentario