sábado, 3 de agosto de 2013

PÉTALOS DE PENSAMIENTO, parte XV (relato breve)



Lo echó de menos un tiempo, pues iba a visitarlo cada día. Hablaba con él confiándole sus secretos y traumas como a un terapeuta emocional, pero con la seguridad de que no lo contaría o escribiría un libro hecho de las pesadillas de los otros. Y hacer fortuna de ese dolor ajeno. Alfred, así lo llamaba Fausto para concederle, quizás, un poco de humanidad, sintió el vacío del abandono como creía ya olvidado.

La desaparición de su padre en un petrolero fue un abandono. No con el barco sino de él. O en él pues este punto nunca se esclareció del todo. Una mañana sus compañeros de tripulación se percataron de la ausencia y tras una semana de intensa búsqueda por aquel laberinto de acero, el capitán puso fin a la fallida operación rescate concluyendo que o bien se lo había tragado el mar, o uno de esos tanques de crudo donde Joseph, el padre, se estaba descomponiendo sumergido en esa negrura pegajosa y maloliente. Quién sabe si una vez refinado y convertido en diesel alimentara durante unos segundos los treinta y seis cilindros del motor de otro gran barco. Y la epopeya de Joseph fuera así completa.

Abandonado también cuando su madre se suicidó. Ahorcada de un tejo próximo a la pared del cementerio con más de mil años de antigüedad, el árbol y según los expertos. O las leyendas que afirmaban ser un árbol plantado por los primeros cristianos de cabecera en una tumba cualquiera. Madeleine, la madre, fervorosa religiosa con su eterna culpa siempre a cuestas por no haber podido salvar la vida de su primogénito a la tierna edad de ocho años. También se lo llevaron las aguas, del río. 

Cuando aquel suceso luctuoso, Fausto contaba cuatro años. Nada recordaba de Heinrich, tal vez por voluntad propia o la virtud sanadora del olvido; de gran ayuda en los azotes indolentes de la vida. Sin embargo, Fausto tenía la sensación de conservar este no recuerdo en alguna parte, y de que Heinrich era otro más de sus abandonados voluntarios.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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