domingo, 22 de junio de 2014

HUMANIDADES ENFRENTADAS, parte 7



La chica era muy mona, debo admitirlo con envidia. Pelo moreno más largo que el mío y con unos reflejos preciosos que yo no encontraba, uñas de porcelana labios gruesos ojos verdes buenas tetas y doce centímetros más alta que yo. La muy zorra era guapa de cojones y no sólo tenía empleo, sino que me estaba ofreciendo otro: a reventá estaba la plaza. Le hubiera dicho que no por envidia cochina de no ser porque mi situación declinaba hacia la angustia y mi monedero al vacío. Acepté aquel trabajo de mala gana como alternativa urgente a la mendicidad.



-Hola buenos días encanto. Bienvenida a esta casa mi nombre es Divine pero todos me llaman Divi excepto tú que me llamarás Señora y siempre me tratarás de Usted. A mi marido ni te dirijas es un abogado muy ocupado y no tiene tiempo para tratar memeces. Mis hijos son dos te has de ocupar de ellos, cinco y siete años. Cuando te sobre tiempo debes limpiar la casa. En los horarios soy muy estricta desayuno a las ocho cero cero comida a las trece treinta cena veinte treinta para ti una hora después que no comes con nosotros eres personal de servicio. A mis amigos y a las visitas sólo los buenos días de Usted no les robes su tiempo que es gente muy importante. Libras los domingos que no tengamos compromisos donde te quedarás cuidando a los niños. Tú volverás a casa a las veintiuna horas después la puerta ya no se abre del resto ya iremos hablando puedes empezar ahora mismo ahí tienes tu habitación sobre la cama el uniforme no apoyes en ella esa maleta asquerosa ni la mochila sucia que traes. No me digas tu nombre que no lo vamos a usar aquí no eres más que la xhica. Mi vida. Pasa ya te puedes cambiar que hay mucho trabajo que hacer.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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