martes, 26 de julio de 2011

MEDIDAS CAUTELARES


MEDIDAS CAUTELARES


De tanto apretar la mandíbula con rabia,
rabia que es siempre contenida y es por ello que es suicida,
te has clavado los dientes hasta perforártela.

Rabia por lo que te quitaron, te insultaron, te humillaron.
rabia por tener que huir al refugio del bosque,
a vivir entre alimañas y, como un cobarde,
esconderte.

Te llevarán preso si te mueves, si te oyen. Te rebelas.
Si entre sueños despiertas reclamando justicia y libertad.
Justicia y libertad pero, ¿cómo te atreves y blasfemas?

De tanto apretar los puños para el combate,
combate desigual:
tú maniatado, con guantes bien cargados tu contrario,
te has clavado los dedos en las manos hasta atravesártelas;
ya no podrás agarrar tus ilusiones.

De tanto apretar los párpados reprimiendo el llanto,
tanto llover lágrimas que es el llanto del ahogado,
te has clavado los ojos en la nuca para no ver el horror del mundo.
¿Es el tuyo o es el mío?

De tanto endurecer el estómago para soportar los golpes de la vida
te has hecho un agujero que, cruzándote de lado a lado,
podemos ver a su través los restos del pasado que hoy puedes contar.
Si hay dudas, es mejor callar.

De tanto apretar el corazón para que no te lo rompan
se ha convertido en una piedra que te impide sufrir y padecer.
Si fuera necesario, tampoco amar.
Ni a ti ni a los demás.

Tanto mejor:
menos amor, menos dolor.

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