-¡Ay!
-Perdona.
Con la prisa le da un golpe en la cabeza al arrojar una bota Bodysaver contra el fondo de la embarcación. Tras las botas el pantalón tras éste unos calzoncillos.
-¡Vaya! Patitos.
Pues eso, con dibujos de patitos tras éstos un pene definitivamente erecto sobrado de calorías y entregado a la causa con devoción y entusiasmo. Ella lo agarra con la mano izquierda y haciendo un movimiento de vaivén asciende gateando hasta su boca. Se besan nuevamente. Ese beso al amante recién desnudado es su beso de aprobación. De la entrega completa. El salto adelante concluyente y sin red. El beso sin secretos del fin del descubrimiento del reconocimiento del terreno corporal asalto a los enclaves estratégicos y afianzamiento de las posiciones ofensivas.
Hacia uno de estos enclaves se dirige ella con su lengua resbalando por la barbilla. Se entretiene en la nuez se la traga entera, succiona ese bulto moderado de un Fausto dominado con una sola mano: la izquierda y sus expertos movimientos de vaivén. Después lo atrapa con los labios, lo absorbe mordisquea moja con saliva.
Él retorciéndose alcanza sus pechos y los acaricia con suavidad primero, presión creciente después. Se chupa los pulgares y juguetea con los pezones de Charlotte describiendo círculos opuestos: simetría del movimiento para el placer armónico. Ella responde a este estímulo con la mejor evidencia: un ahhh muy largo y pérdida de control en su vaivén. Se altera la perfecta cadencia arriba abajo arriba abajo.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE