ABRAZO CON PARTÍO
Sepa usted que me quedo su abrazo,
estimado amigo bribón.
Abrazo amplio, generoso, indubitado.
Y con las suyas finas y valiosas palabras me he de tejer una bufanda. Muy de Pastor.
Como sé que le gusta.
La llevaré en mi zurrón, junto a las viandas que a pie de hoguera y bajo el manto fiel de estrellas gustamos los pastores disfrutar.
Nótese cómo me he anotado el noble oficio para ingresar en la Orden.
Acaecido ya el día, quizás a contratiempo de ese tiempo no vivido que asoma a la vuelta de la esquina, y si afirman los sabios que lo mejor está por venir, aguardaremos con ansia otro amanecer no fuera a ser que fuera cierto.
Cuando aúllen los lobos de este invierno, you know: winter is coming,
he de rescatar esa bufanda para que calor no me falte.
Cuando ululen los fantasmas del otro largo invierno que a la vuelta de pocos tiempos nos acecha, he de conservar esa bufanda por si palabras para conversar me faltaran.
Y así,
lleno de incógnitas y benditas palabras de entre los puntos de algodón sacadas y como su abrazo bien apretadas,
a la sombra del Almendro nos direteremos.
Por los tiempos
De los tiempos.
Y sepa que cuando digo tiempo
digo infinito.
Ponga usted el amén, si la previsión le place,
aunque debe advertir que este suyo abrazo-bufanda se comparte,
pero no se devuelve.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE