A VER CÓMO
A ver cómo lo arreglamos,
cariño tuyo,
este chandrío que en la cocina montamos
cada vez que nos da por sincerarnos
y contarnos esas medias mentirosas verdades
para acabar fingiendo que nos queremos a ratos.
A ver cómo salimos de esta, no siendo más fácil que de la otra,
para escabullirnos el otro del uno,
sin que nos duela ni mi corazón de piedra lo sienta o el tuyo de cartón se rompa.
A ver cómo contamos a quien escucharnos parezca, que no queda más brasa en esta hoguera ni besos ocultos en la cartera ni un solo abrazo salvo los rotos.
Que ya no somos nada el tú sin el yo. Pero el yo con el tú,
un estorbo.
A ver cómo hacemos para repartir las sobras de este hundimiento ejemplar, si vernos ya no podemos a riesgo de que nos ardan los ojos y se nos perforen las entrañas.
Yo propongo tú propones ellos dicen. Todos saben más que nadie pero aquí nadie escucha a nadie:
hablar ya no sirve, no te engañes. Ilusiones ya tuvimos bastantes.
Desaparecer es la única opción antes de que estalle otra guerra, te lluevan mis mordiscos y me desollen tus arañazos
A ver, a ver, a ver si esto de jugar a perros y gatos lo vamos dejando para los cachorros, que nosotros estamos mayores y nos vendrá bien un descanso.
No te parece que si yo te troceo mis huesos y tú traes acá tus ratones, ¿podríamos envejecer más despacio?
Yo aullando, tú maullando, gata mía. Juntos bajo una luna que todo lo ve y nada cuenta.
Ronronea, ronronea que este perro se queda.
Para gruñirte suave y lamerte entretanto.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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