MIRA JEAN
El panadero, la viuda, la señorona, el arrogante
Los constructores, los delincuentes, los banqueros
Los consejeros, los pijos, los engominados, los malhablados
Los que piensan y los malpensados.
El paseante, el guiri, la novia del guiri, la paya, la gitana
El churrero, el carnicero, el ambulante, el deambulante
El anósmico, el agnóstico, el anoréxico, el acondroplásico
El narcoléptico, el anosgármico, el antipático y el apático
El espasmódico, el hipertenso, el hipocondríaco.
El falso artista, el corrupto alcalde, el mal escritor, el pésimo pintor
Los letrados, los catetos, los que muerden el éxito
Los que les devora el fracaso.
El camionero putero, el fontanero proxeneta, la meretriz consagrada,
La aprendiza de.
Los aficionados al juego, el jugador compulsivo,
El profesor estresado, el alumno drogado.
El cura y su dios, y todos los demás olvidados.
Mentirosos, tramposos, deslenguados y cobardes.
Falsos, hipócritas y aprovechados.
Bandidos, carteristas, cuatreros, asaltacaminos y cunas.
Tahúres de la mentira, especuladores de la verdad.
Evasores de impuestos y responsabilidad.
Adultos en general.
La sociedad en su decadencia
El niño observándolo todo
La vergüenza que no se avergüenza
El niño que mira y aprende
Su mirada inocente diluyéndose en la distancia
Retrocediendo ante el espanto de la verdad adulta
Penetrando la oscuridad de las emociones maduras
Un rayo de luz que taladra el negro confín del universo.
Lejano, mudo y frío.
Para todos hay un niño, que nos mira
Y acusa.
De todo cuanto decimos
Y no cumplimos
De todo lo que hacemos
Y no debemos.
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