lunes, 1 de marzo de 2010

JUGUETERÍA



JUGUETERÍA

Ya enterramos hace tiempo
aquellos años de niños jugando a las canicas,
mejor si había chicas.

Ya dejamos atrás los fantasmas de la noche,
el señor del cuarto oscuro
el ladrón debajo del colchón
a Pérez con sus ratones desdentados
a los reyes, bueno a estos no del todo,
sólo a los magos.

Dejamos olvidados los patines
las casitas,
mejor si era con chicas.
Los coches a pilas.

En un tambor de jabón quedaron los castillos de madera:
de mil piezas excepto todas las perdidas.
En un armario el primer uniforme de colegio.
En un cajón los cuadernos de Rubio:
el señor desconocido mas por todos conocido.

En el recuerdo la emoción del primer beso.
En el estómago el nudo del primer sexo.

Ya perdimos hace tiempo la ilusión
por los paquetes nuevos.
Por los zapatos nuevos.
Por la camisa nueva.

Ya dejamos de creer que era el hombre del saco quien robaba
todos los juguetes.
Que lloraban las muñecas de verdad y que el carbón era
para los niños malos.
Ya aprendimos que el carbón es para todos.

Ya dejamos de creer en los amigos
las lealtades de compadres.
Pero sí en sus caprichos. Sus veleidades.

Ya dejamos de rezar para evitar el castigo.
Porque el castigo llega igual por mucho que hagas los deberes.
Los tuyos y los míos.
Ya pedimos perdón por todos los pecados.
Y nunca, del todo, fuimos exculpados.

Ya perdimos el chupete dos chupetes tres chupetes.
A cambio nos dieron caramelos de almendra. Siempre amarga.

Ya dejamos de fantasear con la tía buena. Voluptuosa y lozana.
Porque siempre se nos iba por las ramas.
Ya perdimos las ganas de correr tras la pelota.
De aplaudir en el teatro para niños.
De aprender canciones de payasos.
De seguirles el juego a los idiotas.

Ya dijimos adiós a todo lo que creíamos decir hola.
Y el vacío se instaló y fue el centro de la vida.
El centro y su envoltorio.

Ya dejamos atrás los años de vivir en la inocencia
Para malvivir, el resto de la vida,
en la indigencia.

Ya corrimos vivimos aprendimos,
cómo morirnos.

Ya se hizo realidad.
Ya está el fin de la vida
a la vuelta de la esquina.

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