CONFUSSED LOVE
Por fin Fransuá, creyó encontrar el amor.
En el fondo estaba ahí:
en el poso del fondo de un vaso de oporto.
Turbio, áspero, camino del vinagre.
Fransuá abrió la puerta
de su casa corazón y vida
al primer toque de campana.
Tal vez por eso:
el tiempo que llevaba sin oírla.
Fransuá se abrió de par en par.
No permitió, otra oportunidad,
dejarla escapar.
Fransuá buscaba amor,
lo cambió por sexo. Y ni por eso.
Anda el amor siempre perdido en el laberinto de las emociones.
El sexo, a la vanguardia siempre, de las hermosas pasiones.
Se enredó Fransuá como un gorrión en una zarza
tras aquel primer beso de aquel desleal, traidor, infiel y
precisamente por eso,
aquel beso sabría a hiel.
Ya en su edad madura, no se hizo ilusiones.
No fue feliz mientras duró, ni soñó con serlo.
No luchó porque durara.
Tampoco aguantó lo innecesario
Ni se dejó humillar por un mediocre
Pisotear por quien nada vale.
Adivinó el engaño antes de producirse
La mentira en un te quiero postorgásmico
La falsa adulación en el preludio
La huida tras la vuelta de los amantes a la vida
Cuán petite es la petite mort
Qué difícil respirar sumergido en el fondo del deseo
Lo efímero de lo que promete ser eterno.
Juguetea hoy Fransuá con el collar de sus recuerdos.
Disfrutando las evocaciones de todos sus adornos.
No se arrepiente de ninguno.
Tampoco tendría por qué.
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