lunes, 3 de mayo de 2010

DEFENSA IMPROPIA


DEFENSA IMPROPIA


Encarcelado veinte años por un crimen no cometido
ingenuo pasivo creí que la justicia se abriría camino.

Mal aconsejado por mi abogado de oficio
oculté la verdad sin nombrar al culpable.

Atormentado por las mentiras que cambiaron mi vida
dejé de preguntarme por lo cierto, lo honrado,
el estar o no ser.

Traicionado por un amor vengativo asesino
recorrí los cuatro pasos del tablón que te arrojan del barco.
Expulsado del viaje de creer en los demás.

Sin amor, libertad, verdad o vida, me dejé ahogar.
No supe luchar, defenderme.
La pasividad del que sólo quiere olvidar.

No acerté la respuesta correcta
la que golpea a quien golpea.
La que pone en su ridículo espacio a quien no le basta con todo.
El egoísmo, la soberbia. El narcisismo, la arrogancia.
La traición y la ira.
No se combaten éstas con la verdad y el pacifismo.

Me dejé vencer por quien nada valía.

Cuando vuelva a nacer
corregiré estos errores.
Me alistaré en el bando contrario. ¡El primer día!
El de los canallas, los tramposos, los traidores.
Cuando vuelva a nacer
seré yo el enemigo.
Pues la muerte vendrá igual a visitarme
pero eso será lo que se irá conmigo.

De los golpes recibidos, qué pocos he merecido.

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