viernes, 18 de julio de 2014

10:03

10:03


Caminan agotados los imbéciles.
Los turistas los vecinos
los amigos de éstos son aquellos.
Caminan arrastrándose como gusanos. Peor:
los gusanos no se arrastran, avanzan.

Se arrastran los imbéciles con las primeras horas de la mañana.
Tras la noche de excesos desinhibición y falta de criterio.
Horas a la luz de bares y farolas
bebiendo fumando esnifando metiéndose:
por la boca por la venas por el culo.
Por los lagrimales: directo al nervio óptico fundido a negro rápido
del último plano. Corto. 

Apagón de las ideas y sobreexposición de las emociones
a la quimioterapia poligonera.
Acceso rápido al fin del mundo.
Abscesos rápidos de cualquier manifestación ideológica
y sintomatología del desequilibrio.
Funambulistas sobre la cuerda del vacío
borrando penas con miserias
llenando soledades con tristezas.
Vacío al vacío sin otra cuerda que esa rodeando el cuello.
Moriréis antes de llegar al suelo.

Con las primeras horas de la mañana
salen de su agujero los imbéciles. 
Drogados para no ver el día.
Otro puto día donde amanecen los que sin meterse
ya están siempre drogados.

Imbécil ellos imbécil tú imbécil yo.
Ay de aquel que no se considere imbécil.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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