START UP
Siento, siento, siento.
Noto el viento del vértigo del cambio.
El salto al vacío
quizás un nuevo espacio
lleno.
Siento el mareo del despertar tal vez un amago de náusea
por el cambio de postura.
El desvanecimiento ortostático
de quien sepultado en su dolor halla la razón
la revolución, por fin,
y se levanta.
Revive el moribundo que débilmente late
el ahogado que aún le cuelga un hilo de aire.
Y vive aquél y éste respira.
No será por ti.
Ni por ti ni tampoco por ti.
¿Qué pensabas? Tú,
que con bobos ojos de triunfo
aún me miras.
Será por mí. Sólo por mí.
Siento siento siento.
Y aunque me levanto me siento.
Sólo así, sé que sigo vivo.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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