MEN AT WORK
Los obuses silbaron durante toda la noche sin mucho tino.
La persistente lluvia desfiguraba la masa parduzca donde se suponía el objetivo.
No hubo ninguna respuesta del pretendido enemigo hasta que asomó el frío sol del amanecer.
Cuando la luz fue suficiente para ver a media distancia, el primer centinela del cuerpo de artillería pudo leer con sus prismáticos un cartel que de dos palos colgaba ante la trinchera enemiga:
Hombres trabajando. Por favor, no molestar.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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