martes, 12 de mayo de 2009

ESTADOS


ESTADOS

La irritante dependencia de la niñez.

La suicida ingenuidad de la infancia.

La temerosa valentía de la juventud.

La acobardada prudencia de la madurez.

La exasperante parsimonia de la vejez.

¡Joder!, me prometieron un statu quo perfecto.

Veo que nada era cierto.

Salvo:

La serena meditación
La plácida quietud
La paz absoluta
La calma perpetua

De la muerte.

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