OSCURIDAD
El suelo se partió en dos:
nos engulló.
Pensamos que todo era estable
En un mundo imposible
Y cambiante.
En el fondo del lago dos cuerdas
A una me agarré yo.
En el lodo de su propia destrucción
abandoné a Mishel.
Murió.
La dejé morir.
La empujé a morir.
Para vivir, he de olvidar.
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