PARTIDO
Hastiado de ser un erizo asustado
Reaccioné:
me puse en pie.
Se rompieron todas las sogas que me ahorcaban al mundo.
Nada era un auténtico.
Indiferente ante el derrumbe
con desdén permití que todo cayera.
Sí que era patético.
Desapareció el mundo conocido:
ese que ahorcaba.
Vulnerable como un recién parido
Caminé desnudo sobre los escombros ardientes
de una nueva realidad.
Abrasados los pies, se hicieron insensibles.
Y yo con ellos.
Nada queda por lo que deba llorar.
Más cínico y sarcástico que nunca.
Incrédulo, crítico y escéptico.
Tiempo ha que he partido.
Con el corazón partido
abandoné este partido.
Comienza un nuevo torneo.
Sin reglas, sin miedo.
Sin respeto, sin corazón.
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