SMOKING ROOM
Algunos líderes de la autodenominada NEW POLITIK
huelen a rancio como el aceite viejo.
Mejor que en su ridículo desfile de triunfo
en la boca no te den un beso:
sabe a limón como el vertido para enmascarar pescado fuera de fecha.
La comida no se tira y al NEW POLITICIAN, se estudiará.
También ellos han caducado en pocas semanas.
Y es que tras el envoltorio a veces tosco a veces cuché
de un periódico lleno de demagogia
no hay producto de calidad no hay carne fresca que masticar
no hay verdura sin pesticida ni fruta sin barnizar.
Ni siquiera mimbres para un buen cesto donde trasladar
un puñado escaso de ideales magros.
Pesados como piedras son los compromisos.
Pegajosos como barro se vuelven cuando te los recuerdan.
Algunos líderes aunque recién pintados no se libran del calzoncillo pulguero.
Ni la caspa sobre los hombros por mucho que el esmoquin prestado
grande y con arrugas grandes de camarero,
cubra sus huesos y sus vergüenzas.
Sigue faltando tela para tanta desvergüenza que tilda al resto de sinvergüenzas.
O soy yo o los demás y en cuantito Pueda, sí, si yo Pudiera o Pudiese
o Pudriese o lo que fuera,
os vais todos a enterar.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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