sábado, 28 de abril de 2012

CARGA HUECA



CARGA HUECA


Aún quedan preguntas sin responder por ahí sueltas
En ese lugar indefinido entre el deporte rural y el arte contemporáneo de vanguardia
donde se dejan las preguntas. Se lanzan se arrojan.
Se cuelgan se airean y se secan cuando no hay una respuesta.
Pero no desaparecen.

Preguntas que preceden al silencio incómodo cuando no se sabe qué decir.
Y al vacío que ese silencio nos deja
resonando por pasillos salones teatros auditorios valles.
Preguntas fatales, letales para la esperanza.
Mortales de necesidad.

Queda por saber hasta dónde somos capaces de resistir
Qué falta para que estalle la cólera
que en cada uno de nosotros sometida se haya
bajo las cadenas de la educación los convencionalismos sociales las reglas morales
las ordenanzas municipales provinciales estatales.
La corrección y el sentimiento de culpa.
La culpa, siempre presente la culpa.

Y los culpables, tan necesarios para que la sociedad lave sus errores y crímenes. Crímenes contra la sociedad.
Todos el enemigo de todos.

La ira unida a la venganza dominarán el día:
unos llorarán, otros sangrarán. Otros morirán.

Conociendo ya el desenlace queda por saber qué disparará el primer acto,
de protesta,
que resolverá a sangre y fuego lo que las palabras no saben, ni pueden.

Hay conflictos que no se arreglan hablando, sino matando.
Este tiempo es ese tiempo.

¿Qué nos vació tanto por dentro
que hoy solo somos carne hueca?

A punto de explotar.

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