THE TRAP
Venir verlo quisiera,
estimado hermano bribón,
y en guardia posicionarme ante las hostias que por izquierda y derecha nos caen como si fuéramos culpables.
Y desde una azotea
al débil resplandor de las chinchetas que tiemblan como trémulas estrellas
vigilar por el día el ancho campo que del enemigo nos protege.
Al caer el escalofrío de la noche, encender el sol como si fuera una antorcha hasta prender el cielo todo.
Ser el pirómano del firmamento.
Invertir el tiempo cósmico y sus leyes de justicia para tener una posibilidad en este páramo con falsas oportunidades y promesas trampa.
Hacerle un truco al destino hasta que sepa que yo también estoy aquí.
A veces muerto de sueño,
otras de aburrimiento rabia asco o ganas de venganza.
Pero siempre muerto.
Con los huesos que la picadora del olvido no me rompa,
pienso formar un ejército de fantasmas.
De exánimes con ambición y sin aspiraciones. Condenados a su suerte
qué poco importa luchar si no es por una guerra legendaria
donde enterremos a todos los que sin ser
están.
Mis siempremuertos harán justicia
y con todos los demonios arderán los cuerpos que nos roban el aire el espacio el tiempo la ilusión.
La corta vida que nos queda. Hermano bribón.
Cuando la ofensiva arrase y no queden manos que se alcen, volveremos al refugio gris del que partimos.
Sempiterno tormento de inquietudes sin sentencia.
Laberinto infinito de preguntas sin solución.
Agujero de los mayores deseos y cueva de los peores monstruos
donde cocimos esta marmita para envenenar a nuestros siete niños:
Afán
Confianza
Deseo
Esperanza
Felicidad
Optimismo
Pasión.
No habrá legado que nos recuerde.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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