EL ESCULTOR ERRANTE
Aplaudieron
los asistentes al partido
las palabras
del escultor bajo la alargada sombra de su galerista.
Inaugurada queda
otra nueva exposición
en el
centro de arte para vanguardias avanzadas.
Pasen ustedes
a la vernissage:
coman lo
que puedan beban lo que aguanten.
Por la
lista de precios no pregunten que no la hemos traído.
La experiencia
nos dice que no era necesaria:
a nadie le
interesa la obra expuesta.
Sí para
hablar de ella un cuarto de hora.
No para
quedársela si se ha de pagar por ella.
Será esta
otra exposición sin límites y abierta.
Sin límites
definidos es decir indefinida esto es difusa.
Confusa. Nada
clara poco concluyente bastante cara.
Abierta al
futuro lleno de posibilidades
de opciones
y ofertas para, al fin,
dar el gran
salto.
Al vacío
del fracaso al anonimato la desesperación del tiempo
que siempre
se anda escapando.
Sin dejar
nada a cambio.
La trampa
del escultor es una trampa mortal:
ya no puede
desandar el camino y volver a empezar
un nuevo
destino.
Que nada
tenga que ver con el arte ni se le parezca.
Ya no
quiere seguir que no quiere luchar contra el mundo
que siempre
es perder y además por ello
también pagar.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
No hay comentarios:
Publicar un comentario