miércoles, 13 de febrero de 2013

TOXIC MAILING





TOXIC MAILING


Hemos sellado los buzones de casa.
No queremos saber nada de si algo tiene el mundo que decirnos.
Que al mundo no le importamos y,
casi,
ni a nosotros mismos.

Aquí no nos dejen correo que en el papel cabe todo y,
sobre todo lo que en el papel va escrito,
destacando las malas noticias.

Lo que no es factura es demanda. Lo que no,
pleito.
Cuando ni lo uno ni lo otro, denuncia.
Y aunque cayéndose está nuestra casa el estado viene a pedir ayuda.
Para ser preciso, exigir. Que el estado pedir no pide:
impone sus antojos con toda suerte de amenazas.
La suerte que a los demás nos falta y que,
por estar tan acaparada,
vienen a por nosotros que quieren quitárnoslo todo.

Primero fue el aviso luego vino la amenaza.
Después el embargo de cuentas y por último lo que más queríamos:
ésta que fue nuestra casa.
Así hasta que nos arranquen la vida que con nuestro sufrimiento
construye el poder la suya:
vida y casa.

Mansiones y gran vida para unos pocos con los recortes de otros:
muñecos de papel cartón para colorear y jugar en la escuela.
Pues qué somos sino muñecos en la sala de juegos del mundo.

Pasa de largo cartero, no te detengas cartera.
Que aquí aunque lo parezca, vivir ya no vive nadie.
Que estamos muertos que nada queremos saber de si al otro lado queda alguien.
Con quien compartir el tiempo, éste que nos están quitando.

Dejadnos vivir mundo hostil:
empezad por olvidar el correo.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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