LUCHA DE CLASES
Querido estúpidos que al
adoctrinamiento seguís
y tras las huellas de
sus huidizos pasos
caminan fieles los pies.
Sin perder el rumbo ni
del camino apartarse,
que no hay peor destino
que el del carnero solitario perdido.
Que obedecéis
mansamente, y sin rechistar al déspota agasajáis.
Si menester fuera por
su vida la vuestra
con el orgullo del
necio entregáis.
No tendréis en vuestra
cobardía un momento de alivio:
el miedo os hace reos y
porque no os deja vivir
sin mataros os mata.
Trabajaréis sin
descanso por el bienestar del tirano.
Combatiréis sin fatiga en
su defensa del trono.
Queridos estúpidos y
cobardes y malditos imbéciles.
Ignorantes vasallos
primeros voluntarios.
Al poder le rendís
homenaje y regaláis vuestra sangre.
Al hermano rebelde
insultáis;
detenéis torturáis y
matáis. En el nombre de la paz y la seguridad,
de ese que dice ser el
estado.
Llegará el día que para
otro caudillo un suicida asesine
a vuestro tirano.
Correréis entonces la
misma suerte de los que ayer
fueron los adversarios.
Correrá vuestra sangre
por cunetas y arroyos.
Os ajustarán las
cuentas
los recaudadores de
impuestos que se cobran en vidas.
Y entonces, quizás
entonces,
descubriréis la verdad
de que todo es,
era, es y será,
una obscena mentira.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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