TEORÍA DE CUERDAS
En la cuerda floja del
destino estamos.
De la soga recia de la
horca, del destino,
tarde o temprano todos
colgamos.
Si al cadalso decisivo
aún no has subido.
Si en la plaza pública
eras de los que al reo tiraban piedras y escupitajos.
El primero en gritar ¡Que
lo quemen que lo ahorquen es culpable!,
al condenado.
Estira bien el cuello y
hazte un sitio.
Que el cáñamo trenzado
no te atrape la camisa,
pues ya que vas a ser
el próximo ahorcado,
concluye al menos
siendo un muerto presentable.
Que el dolor será
grande pero más si se mofan los demás,
por finar tu día grande
lengua afuera y desvestido.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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