RE-TOUR
El caballero que previo
pago del local vino a declamar sus poemas
no era sino otro poeta
de mierda refugiado de sus tormentos
entre cadenas rotas de
versos
mal intencionados.
Profesor de matemáticas
durante casi tres décadas
una reducción de
plantilla lo dejó en la antesala de los muertos.
Harto de luchar con los
números,
vencido por la
infinitud de las cifras,
se pasó a doblegar a
las letras:
al menos éstas tienen
un límite –se dijo el día anterior al gran salto.
Trabajador cansado y
poco dado al esfuerzo
no terminó el primer
capítulo de la novela en que contaría su vida.
Y eso que estirándose
mucho y mintiendo bastante,
difícilmente
completaría un tercero y final.
La dejó en un relato
corto:
sin interés ni gancho
ni trama ni historia ni epílogo.
Sus circunstancias y
él, eran así.
Troceando los párrafos
y deconstruyendo las frases
creyó ver unos versos
donde no había más que otro texto inconexo.
Le cogió el gusto al
mínimo esfuerzo:
escribió un poemario de
retales zurcidos hilvanados y empalmes.
Con malos modales se
financió la primera edición.
Con el dinero de
antiguos amigos pagó la distribución y sus viajes.
Hoy ronda de ciudad en
ciudad, y de local en local,
durmiendo a propios y
extraños.
Nadie se atreve a
decirle que aburre,
que habilidad no tiene
e interés no suscita.
Que él es sólo otro
poeta de mierda.
P.D.
Alguno de esos antiguos
amigos,
pues entre poemas y
deudas ya no le queda ninguno,
ha sugerido que si bien
nunca será un verdadero poeta,
por mentiroso y por malo,
al menos sea un poeta
valiente.
Y que eso de haberse “tirado
a la carretera”,
sea literal.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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