LA PAZ DE LA HOGUERA
En torno al
mismo cubo estamos todos,
bailando extrañas
danzas del desencuentro
cantando
plegarias de resentimiento contra el enemigo cercano
saltando
como fieras los unos sobre los otros
con el fin
de aniquilar al contrario.
Tarde o
temprano todo cercano es también enemigo.
Ya no son
las ideas las que molestan
sino las
personas que estorban.
Sólo por
estar donde no queremos verlas.
Atizamos la
lumbre que provocará el gran incendio incontrolable
con el
mismo hierro candente con el marcamos a los adversarios:
ganado para
lidia con muerte y dolor. Cuanto más, mejor.
Golpeamos antes
y más fuerte
para vencer
como sea que es lo único importante.
Mentimos cuanto
se puede blasfemamos hasta la consunción.
Calumniamos
no para sentirnos mejor sino
para que
ese asqueroso otro, se sienta peor.
Peor, peor,
peor. Que cuanto peor, mejor.
Es la ley
del rencor y la venganza.
Es el día a
día de vivir en el poblado entre las chozas
de esta
tribu de necios, asesinos y tiranos.
Es la
consecuencia de no haberlos matado siendo niños.
Es el
resultado de las guerras de clanes y familias generación tras generación.
Es el
destino de este pueblo de psicópatas y zopencos.
Es la
envidia de los palurdos.
En torno a
un mismo cubo estamos todos.
Un mismo
cubo de basura ya corrompida y con gusanos.
De nosotros,
primos hermanos.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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