miércoles, 12 de diciembre de 2012

BANQUILLO




BANQUILLO


Afirma el magistrado que se hará justicia en este caso.
Que no acosará a los inocentes que declararán los testigos la verdad
que a la cárcel irán los imputados:
¡hágase justicia que justicia sólo hay una pura libre auténtica!
A la postre imputado viene a ser sinónimo de condenado.

Claro que todo esto lo dice porque hay un micrófono grabando.
Son los medios el tribunal supremo que juzga a sociedad y jueces.

A solas en su despacho sabe éste muy señor y juez cómo van las cosas,
o debería si es de aquellos que no viven en el reino de los cielos
y está más próximo a nuestro imperio de condenados el infierno:

-Declararán los testigos siempre la verdad. A ambos lados,
llámese también contraverdad.
-Jamás la policía judicial aporta y defiende pruebas falsas.
-Por los calabozos y cárceles sólo hay ratas y culpables:
hermanos de sangre a los ojos de los que se dicen inocentes.
-Los inocentes de verdad, de los dos lados de la verdad,
nunca acaban en la cárcel.

A solas con sus sentencias y las de miles de colegas
repasa el señor juez todos sus casos.
Los ciertos y los falsos.

Revisa sus fallos, que nunca lo son si rubrica magistrado:
son aciertos.
Y las dudas de por dónde se llega a la verdad
roen como las ratas de los que no eran culpables.
Tratados fueron como ratas. Por lo que se ve, ¡hay tantas!

Esa verdad quiere atrapar hoy el juez si tiene conciencia.
Sabe que si tiene conciencia, lo que no tendrá es paz.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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