PRUEBA DE CARGA
Conviene hacer
pruebas de resistencia a todo aquello que creías seguro.
Lo que
dabas por sentado y pensabas confirmado.
Que tranquilo
y sentado afirmabas seguro confirmado.
Y tan
pancho.
Somete tu
entorno a test de fiabilidad, y verás lo que no quieres.
Puedes empezar
por la amistad, esa cosa tan auténtica y sincera,
para todos
los que se dicen tus amigos.
Los que se
oyen reír desde lo lejos
cuando marchan
de tu casa tras haber vaciado las botellas
o roído hasta
los huesos del cordero. ¿Era pescado? Tan borrachos…
no recuerdan.
Mejor que tú
tampoco.
Amigos que
tanto llaman la atención de los vecinos
con el
ruido de sus coches y sus voces y sus gritos:
¡Amigos amigos!
¡Que la vida es una fiesta!
Amistad amistad
de guante blanco de traje a rayas de corbata inmaculada.
De camisa
sin arrugas de pantalón sin tacha.
De zapatos
lustrosos como bota de soldado en día de revista;
tarde de
fiesta noche de borrachera y calabozo.
Amistad amistad
de jódete y baila
de invítame
a una copa de mira a ver qué nos regalas.
¿No somos
amigos para algo?
Hazte notar
amigo, házmelo saber con un buen trago.
¿Sueles
poner a prueba a tus amigos?
¿Con un
olvido, simulando el despistado,
negando alguna
petición para los otros excesiva?
Si lo haces
te arrepientes:
nunca la
prueba pasan.
No te
disgustes por eso:
es esta
limpieza oportuna y necesaria.
Conviene descargar
morralla.
Saber que
toda verdad es mentira, eso,
eso sí que puede
atormentar.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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