MARIDAJES
Asisten a
la cata los expertos en catar placeres varios:
varios por
no decir todos son los placeres que no catan a diario.
A ninguno
le alcanza para alcanzar esos placeres
que por
norma general se sirven en bandeja de plata
por un buen
puñado de billetes.
No están a
ese nivel estos expertos
salidos ayer
mismo del inframundo de los parias.
Aseados perfumados
engomados, para hacer hoy esta cata a ciegas
de expertísimos
expertos.
De experto
ciego que no cata ni huele ni sabe ni puede.
Disimulan entre
ellos todos se mienten.
Pregunta el
descarado a cuánto está el litro de este vino.
Si lo hay
en ferias, si se vende en los mercados como buen vino de mesa.
Sobre 100
el cuarto le responde el experto más atento.
A más
precio más interés, se agrupa en torno a la copa el comité.
Aparecen repentinos
sabores que no hay,
aromas que
no existen,
colores que
no se ven,
al vino que
dicen que catan cuando beben como agua.
Unos mucho otros
mucho más hablan y hablan hasta que se emborrachan.
Tiene matices,
tiene buqué, tiene fuerza, tiene color,
tiene
velocidad, tiene luz, tiene poesía, tiene prosa.
El vino por
no tener no tiene nada,
que es el
mismo de ayer,
y ése no
tenía ni marca.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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