KOINONÍA
Momentos estos para la historia.
Una historia que no hará historia por tantas
veces representada
y tan pocas de verdad vivida.
Los niños de marinerito:
capitán de corbeta,
almirante de flota de cáscaras de nuez y barcos
de papel.
De lanchas de hojas de sauce y submarinos de
piedras.
Las niñas de vestido largo blanco puro virgen:
de princesa, de muñeca, de cuento, de tarta, de
juguete, de plástico.
Niñas que no son niñas disfrazadas de la novia
que está por llegar.
Por ver si querrá ser novia de novio que la
lleve al altar.
O tal vez novia moderna de novia y contra todo
tener que luchar.
Los padrinos con traje de gala. Aunque sea de
horteras,
que se note quién paga. Porque pueden y
quieren.
O tal vez ni pueden ni quieren pero las
apariencias obligan y atan.
Los tíos, buenos, poniendo su mejor cara: toca
dar la paga.
Que la generosidad está en retirada.
Las tías, buenas, poniendo su mejor cara:
maquillaje de esteticista, peinado de peluquero
vanguardia, ojos de color lentillas.
Y su mejor cuerpo:
si te gusta lo que ves por fuera, imagina lo
que llevo dentro.
¿Dónde ese hombre rico que me arregle la vida?
A cambio, me comeré todo lo que me pida y me
pondré como le dé la gana.
Para esto crecí practicando.
Ya debería llegar el momento de sacar a mi
experiencia provecho.
Los primos muertos de envidia, que por algo
hacemos las fiestas:
demos a todos rabia.
Los abuelos con sus grietas y telarañas. Sus manías
sus egoísmos.
Sus otras rabias.
Los amigos, lejanos. Tanto como los parientes
próximos.
El cocinero el tipo más importante:
ha elaborado un banquete que abrirnos el ojo puede
y llenarnos la barriga debe.
Si es posible, algo de suerte: el cura para el
final.
Que trae de una mano las hostias y de la otra arrastrando
a dios.
¡Esconded el vino! Que con el truco de la
sangre de cristo
entre los dos dan con todo:
una por él, otra por el cura, vienen a ser lo
mismo.
Estando ya todos, ahora sí. Podemos empezar la
fiesta.
Y todos comulgan juntos.
Y la familia ríe. Y los niños se avergüenzan y
lloran.
Y los adultos deberían, tanta es la farsa y la
hipocresía.
Cristianos paganos. Borrachos.
Blasfemos pero no importa.
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