martes, 18 de junio de 2013

TÉ CON HIERBAS

TÉ CON HIERBAS


Convocados fueron los artistas, a otra rueda de prensa;
hartos de ser prensados hicieron boicot al sistema.
En sustitución del evento, montaron un acto protesta:
ataviados con guitarras cinceles plumas tinteros lienzos y flautas
expusieron por turno ideas. Algunas atormentadas
y nada que ver con la tormenta de ideas.

Los músicos demandan locales, para tocar sin mojarse ante el público.
Que éste no les tire botellas y los agentes no les roben la pasta.
Dramaturgos poetas y novelistas, piden más editoriales serias.
Y menos listillo oportunista:
hoy sobran aprovechados que primero trinquen la guita y,
si acaso, publican después a demanda.
Por no hablar de los porcentajes que el escritor no los ve.
Y no será porque es de letras.

Los escultores proponen sacar su obra a las calles:
dotarlas con más contenido y menos mobiliario urbano.
Suprimir concejales de cultura y, a los marchantes,
con golpes de cincel y martillo eliminarlos:
para sacar al David se ha de quitar lo que sobra,
producto de desecho y escoria.
Será por la rabia o las ganas, pero la idea más aplaudida
fue esta por encima de ninguna otra.

Por último, pintores y grafiteros dieron color al encuentro.
A trazos de pincel suelto, y veladuras de spray violento,
cubrieron la pared del local con preguntas que todos se hicieron.

¿Cómo fue que nos dejamos convencer por esta suerte de mentecatos,
conocidos como marchantes y comisarios,
de que eran ellos necesarios?
¿Cuándo pasaron de vendedores sin lustre a,
siendo el gran protagonista,
ser el único nombre en cartel?
¿Por qué dejamos que nos roben los garitos de cultura
ayuntamientos bajo sospecha feriantes y galeristas?
Tratantes de ganado que nos lanzaron sin rubor,
no a la gloria prometida, sino a los pies de los caballos.
¿Qué falta para que nos plantemos y a todos los comisionados
mandemos a la cola del paro?

Por unanimidad pactaron los artistas un trato:
Dejando recelos aparte, formar un equipo sólido
para promocionar su trabajo.
Aplausos abrazos besos. Lágrimas de la alegría.
Sonrisas de la esperanza por fin una puerta abierta.

Vaciado el local, una señora de la limpieza pregunta a su compañera:
-¿Qué hierbas se echa esta gente en el té?
-Viendo cómo les pone yo también quiero de eso –responde la segunda-. 
          Pues si clarividencia no aporta, sí que inyecta motivación. 



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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