ON TOUR
Qué puedo decir salvo que
nunca creí
lo que después pasaría:
¿qué pasó entre tu avenida
de los locos y mi calle de los infiernos,
para que fueran todas las
promesas engullidas por las alcantarillas?
Qué aguacero barrió qué
cielo se rompió sobre aquel diminuto espacio
en el mundo que sin
embargo era nuestro particular universo,
para que del mapa con
los rincones más hermosos jamás descubiertos
no nos quedara un solo
pedazo que rescatarse del olvido pudiera.
Cuándo fue que nos perdimos
por las calles de siempre;
entre distintas aceras soportales
oscuros y semáforos confusos.
Qué luminoso escaparate
te cegó con productos de importación
para la felicidad
pasajera. ¿Acasos no viste que era todo made in china?:
artificial de plástico brillante
y hortera.
No podía durar aquel señuelo
de cartón. No resistió la primera tormenta
de las muchas que soportamos
los dos. ¡Adelante adelante!
Contra viento y marea.
Por accidente caí veinte
años después en aquel barrio nuestro de la concordia.
Donde con la escasez del
desheredado y las dudas del principiante
escribimos el primer capítulo
de lo que nació como novela romántica
y terminó en tragedia.
Qué infelices qué ingenuos
qué es la vida sino un drama
qué somos sino actores
de comedia. En un teatro donde poco antes del final
siempre sueltan a las fieras.
¿Fue el tiempo que nos
devoró fue el aburrimiento
fue la ausencia de
problemas fue la falta de objetivos?
¿Fueron los sueños
perdidos?
La disolución de
proyectos que nunca conseguimos.
¿La realidad con sus
garras y colmillos?:
otra fiera a la que
nunca se la espera.
Fuera lo que fuera o lo
que fuese que ocurriera,
visité sin pretenderlo
nuestro barrio, la ciudad entera.
En cada esquina, en
todas las calles, ocupando las aceras,
los fantasmas del ayer
en los que hoy
sólo veo calaveras.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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