sábado, 3 de agosto de 2013

SERVICIOS DE INTELIGENCIA


SERVICIOS DE INTELIGENCIA


Quiero ser un espía.
De esos de gabardina y manos encarceladas
en los bolsillos agarrando vaya usté a saber qué.  

De mirada analítica oídos de ultrafrecuencia
y rostro parasimpático.
Que caer bien no hace falta sólo basta caer. A ser posible
de pie. En el balcón adecuado.
Y espiar lo que ocurra después.
Aunque no sea la causa ni tenga ningún interés:
la cuestión es espiar. Fisgonear pasar la información al bando enemigo.
Delatar al sospechoso ver cómo es detenido.
Disfrutar con la tortura emocionarme con la confesión.
Llorar con la eliminación:
de la amenaza y el sujeto.
Llorar de satisfacción.

Quiero ser un espía y perseguir acosar matar.
Cuando y cuanto sea menester.
A quien sea da igual que lo importante aquí es matar
en defensa de la seguridad nacional.
Y del interés general.

¿A quién le importan unos infelices más o menos,
criminales todos seguro,
si es en favor de la paz?

Quiero ser un espía a tiempo completo.
Desconfiar hasta de mi sombra investigar todo lo que se mueve.
También, sí, el loro y el hámster que ojos tienen para ver
y lengua para hacerles hablar.
Sé que para la tercera descarga ya han cantado La Traviata.
Así que por algo será por eso soy yo espía para buscar la verdad
la justicia y la paz.

Debo dejarlo aquí, presiento que alguien me persigue.
Contactaré cuando me sea posible.




 © CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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